Aunque encarcelado el gatito,
salvaje es la fiera,
y de su naturaleza sanguinaria fuera,
de su prisión un suspiro.
Tal vez, cuan gato parece,
su gruñir siente aliento de bestia,
no ha de ser menos felino,
por mayor su encanto,
pues hay quien saca las uñas,
y quien dientes enseñan.
Tal vez, ese adorable ser,
que, tan inocente, ves,
puede arremeter por su libertad.
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